Como una de las claves en la educación en Saint Joseph, la confianza tiene como objetivo que los infantes ganen mayor independencia y autonomía.

Ñuñoa. – En Sanit Joseph, el agasajo a los niños y niñas para fomentar la confianza que conlleve a potenciar su autonomía es la estrategia a seguir que -a criterio de algunos apoderados- ya se hace notar en el actuar cotidiano de educandos de este centro parvulario.

En palabras de la apoderada María Pilar Cristi, madre de Lucas, su hijo en este jardín “ha logrado obtener esta autonomía. Logró ponerse los zapatos, los calcetines, comer solo, acciones que en la casa no hacía porque estaba súper regalón”

Esta madre confiesa haber sido testigo de cómo su pequeño de 4 años ha logrado la total independencia en el desarrollo de actividades que “en la casa les cuesta un poco más aprender solos”.

Otra de las apoderadas de Saint Joseph y madre de Catalina, Joselyn Covarrubias, consideró que nota la autonomía de su hija en la capacidad de realizar tareas de forma independiente.

“En el jardín y en la casa -para niños de 2 a 3 años- la autonomía se hace notar en cuando recogen los juguetes y/o se alimentan solos; mientras que entre los 4 y 6 años, se manifiesta al colaborar en algunas labores de la casa como ayudar a hacer la cama, llevar la ropa a la lavandería, ayudando a secar la losa de plástico, por ejemplo”, comentó.

La también psicóloga de profesión recomendó no hacerle cosas a los niños que ya han realizado en ocasiones anteriores y que pueden hacer por sí mismos. En tal sentido exhortó a permitirles ser protagonistas de dichas actividades -sin prisa alguna- para no generarles frustración en caso de no resultarles determinada actividad.

Consideró que no está demás el otorgarle instrucciones a los infantes durante el desarrollo de estas actividades, respetando el uso coloquial en las formas para evitar tonos de voz autoritarios que sean contraproducentes para el manejo de “las crisis de identidad” por la atraviesan los niños de 2 a 5 años, donde ellos pretenden tener el control de los limites.

“Por ejemplo, hoy día hace frío ¿Qué pollerón te vas a poner entre estas tres alternativas? Dejando fuera de discusión el tipo de prenda de vestir -por las condiciones del tiempo- pero sí dándole la opción de elegir cuál de los atuendos le gusta más”, explicó.

Por último, recomendó evitar comparaciones entre los niños para evitar frustraciones y que (los de mayor rezago) dejen de hacer cosas de forma autónoma.